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⛔❌💔 En la dificultad de completar el movimiento hacia nuestra Madre se genera un movimiento circular.
🛑 Se llega hasta un punto en el que se detona un gran dolor o enojo y ahí se detiene nuestro movimiento.
🎁🎯 Existen varias causas sistémicas que lo generan y todas se pueden resolver con éxito con las Constelaciones Familiares.
❤️ Cuando se logra finalmente, “la vida es más dulce y tiene otro color”. Está impregnada con la presencia amorosa 🌟 de nuestra Madre.
Movimiento circular
Bert Hellinger, creador de la filosofía y el modelo de las Constelaciones Familiares, afirma que cuando existe alguna dificultad en el movimiento hacia la madre, bien por un origen emocional, un trasfondo sistémico o ambos, se genera un movimiento circular de esa persona alrededor de su madre.
Y que esto origina una neurosis, un “dar vueltas alrededor”, y así, en lugar de realizar un movimiento lineal hacia la madre, éste se obstaculiza y dificulta por la imposibilidad de la persona para transitar ese umbral invisible de dolor o de enojo que se activa cuando esta persona se acerca a cierta distancia de su mamá. Ya sea de forma presencial o de forma interna cuando es adulta.
Se genera así un bucle emocional, del que la persona no sabe salir por sí misma, y se produce un aplazamiento, una demora permanente en su movimiento a la madre y también su vida; incluso ya desde la infancia.
El enojo que tapa el dolor que oculta el amor a Mamá
Aparece entonces una animadversión o un enojo para “ocultar” ese gran dolor interno por el amor lastimado, y pueden llegar a surgir todo tipo de emociones encontradas y justificaciones en contra de la madre.
Porque una persona no puede llegar a ser consciente de sus puntos ciegos y sus dificultades, menos aun siendo niña. De forma particular, resulta remoto identificar las que son de naturaleza sistémica, por su origen transgeneracional.
La persona vive así su vida condicionada de forma significativa por esta circunstancia, por este “dolor secreto” disfrazado como enojo, aunque lo desconoce. De forma general, tiene una desconfianza hacia la vida y también una dificultad para la vinculación. En los casos más extremos, se genera un gran aislamiento y una desconexión del entorno, porque cuesta mucho gestionar las relaciones sociales en los distintos ámbitos.
La resolución
Hellinger descubre el camino de regreso hacia el corazón de nuestra madre y lo considera esencial para el bienestar y la salud de la persona; haciendo de la madre y el padre la meta de todo su enfoque filosófico y terapéutico.
Es sencillo. En general para llegar a tomar a la madre, o también al padre, la persona necesita tomar su lugar de hija o hijo. Solo desde ahí puede lograrlo. Cuando nos cuesta tomar este lugar de hijo o hija es porque existen algunas circunstancias emocionales y contextos sistémicos que están actuando de forma inconsciente y lo impiden.
No importa cuál haya sido la situación, pues cuando se tiene el deseo de resolverlo y se encuentra la persona adecuada para acompañarnos en el proceso ¡sí se puede!